¿Cómo amas a Dios? ¿Cómo creces espiritualmente? ¿Qué significa ser verdaderamente feliz y estar agradecido por lo que tienes? Si eres como yo, probablemente la respuesta te suene un poco vacía. Hacer crecer tu vida espiritual es un proceso a largo plazo que requiere un esfuerzo consciente por tu parte. Y aunque no podemos crear espiritualidad en nuestros corazones, podemos cultivar hábitos que apoyen el crecimiento espiritual. Así que, en lugar de luchar con los porqués de tu vida espiritual, empieza a trabajar para conseguirla con amarres de amor de Alicia Collado.
Como comenté en mi artículo Cómo mejorar tu espiritualidad: 11 formas de hacerlo, desarrollar tu verdadero potencial requiere algo más que un compromiso externo con la fe y la religión. Más bien requiere una transformación interior que aborde tus necesidades emocionales y prácticas como ser humano. Y aunque ser religioso no te hará más feliz o más satisfecho con tu vida actual, hay otras cosas que puedes hacer para mejorar tu perspectiva y construir una relación más fuerte con lo divino.
Deja de compararte con los demás
A medida que envejecemos, es probable que nos comparemos con personas más experimentadas. Es normal, pero también puede ser una de las principales causas de la falta de felicidad. La comparación se ha convertido en una parte tan importante de nuestra cultura que incluso aparece en la Biblia. En Eclesiastés 3:18 el autor advierte: «No hay nadie injusto, ni siquiera uno. Cada uno tiene su pequeño orgullo y la impiedad tiene su límite».
En otras palabras, todos somos injustos a nuestra manera, así que no te preocupes por tratar de estar a la altura de otro. En lugar de eso, céntrate en mejorar tu propia vida. Es un objetivo mucho más constructivo y gratificante. La comparación es una conversación constante en nuestras cabezas. Te comparas con otras personas, otros lugares, otras cosas y otras edades. Y es una conversación que nunca acabará porque te estás comparando contigo mismo. Así que ¡basta!
